La queratosis actínica (AK) es la lesión premaligna más común que existe y afecta a más de 58 millones de estadounidenses. Además, la incidencia es mayor en aquellas personas que viven cerca del ecuador. En Australia, los índices de prevalencia se sitúan alrededor del 60%, mientras que en Inglaterra, durante el año 2000, la lesión afectaba a un 15,4% de los hombres y a un 5,9% de las mujeres mayores de 40 años. Estos índices aumentaban hasta el 34,1% y el 18,2% respectivamente para las personas de 70 años y, en esos casos, la prevalencia estaba directamente relacionada con dos signos objetivos de la exposición al sol, la elastosis solar y los lentigos, provocados por una exposición excesiva a la radiación ultravioleta. Normalmente, esta patología se asocia con el desarrollo del cáncer de piel no melanoma que, en un 10% de los casos, se desarrolla en un carcinoma de células escamosas. Esta lesión se caracteriza por bultos duros (lesiones) provocados por los rayos ultravioleta del sol. La queratosis actínica también se conoce como queratosis solar. Las lesiones aparecen normalmente en zonas expuestas al sol como en la cara, en el cuero cabelludo calvo, en los labios o en el dorso de las manos. Las lesiones producidas por la queratosis actínica normalmente sobresalen, tienen una textura dura y se parecen a las verrugas. La mayoría de ellas se vuelven rojas, pero algunas presentan un tono moreno, rosado, rojo o similar al color de la piel. Las lesiones de queratosis actínica no tratadas pueden derivar en carcinoma de células escamosas, el segundo tipo de cáncer de piel más común, e incluso algunos expertos aseguran que son una primera fase de este tipo de cáncer. A día de hoy, resulta de gran importancia el tratamiento y seguimiento de los pacientes para evitar el desarrollo de neoplasias cutáneas. 1
El diagnóstico de la queratosis actínica se basa en el examen clínico y en las imágenes dermatoscópicas. En algunos casos, para confirmar en última instancia la patología, se realiza una biopsia.1 Sin embargo, la técnica OCT ha adquirido una gran importancia con el tiempo en la detección de dicha patología puesto que la queratosis actínica en la imagen OCT se caracteriza por un engrosamiento y una fuerte dispersión de la capa córnea. La OCT puede resultar de gran utilidad también para evaluar la respuesta que está ofreciendo la queratosis actínica a tratamientos basados en métodos no quirúrgicos 5-fv. 2
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes que existen. Se ha estimado también que casi la mitad de los estadounidenses que alcanzan la edad de 65 años desarrollan cáncer de piel al menos una vez en su vida. 3
Los dos tipos de cáncer de piel más comunes son el carcinoma de células basales (BCC) y el carcinoma de células escamosas (SCC). Los dos se denominan normalmente cáncer de piel no melanoma.2 Los índices de incidencia del carcinoma de células basales (BCC) lo sitúan como el tipo de cáncer de piel más común y se estima que, anualmente, se diagnostica a 2,8 millones de personas en EE.UU. con este tipo de cáncer. Aproximadamente 13 millones de personas blancas no hispanas que vivían en EE.UU. a comienzos de 2007 padecieron cáncer de piel no melanoma (NMSC), normalmente carcinoma de células basales (BCC) o carcinoma de células escamosas (SCC). Por este motivo, podemos establecer que el carcinoma de células basales constituye la mayor parte de ese total. Este tipo de carcinoma es el cáncer de piel más común y representa el 75% de los casos totales que se diagnostican en EE.UU., el 82% de los casos de Australia y entre el 10% y el 24% de los casos que se diagnostican en Europa.
La cirugía que elimina el cáncer no melanoma es el tratamiento estándar preferido para el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Existe una tendencia cada vez más extendida que apuesta por el tratamiento conservador en lesiones relacionadas con el carcinoma de células basales que requiere un diagnóstico fiable y un control del tratamiento. La OCT puede ser una herramienta interesante a la hora de diagnosticar el cáncer de piel no melanoma y para hacer el seguimiento de la respuesta a los tratamientos no quirúrgicos. 4
El BCC (carcinoma de células basales) se caracteriza por bultos o lesiones anormales e incontroladas que aparecen en las células basales de la piel y que se encuentran en la capa más profunda de la epidermis (la capa externa de la piel), y que, en algunos casos, se infiltran en la dermis. El carcinoma de células basales se presenta normalmente en forma de llagas, manchas rojas, bultos de color rosado, protuberancias brillantes o cicatrices. El carcinoma de células basales, normalmente causado por una combinación de exposición acumulada a los rayos ultravioleta y una exposición ocasional e intensa a estos rayos, puede causar una desfiguración significativa si se le permite crecer, pero casi nunca se reproduce (metástasis) más allá del lugar original del tumor. Solo en casos muy infrecuentes el carcinoma de células basales se reproduce en otras partes del cuerpo y puede poner en riesgo la vida del paciente. Esta patología es más habitual en personas de más de 40 años. 5
BEl carcinoma de células basales puede ser de diferentes tipos: superficial, nodular y multinodular infiltrante y, en ocasiones, puede resultar difícil de diagnosticar. Por este motivo, el protocolo médico actual incluye la observación visual y el siguiente paso añade la imagen clínica y dermatoscópica. En la mayoría de casos, la confirmación final de la patología se realiza habitualmente mediante una biopsia. En < http://www.skincancer.org/skin-cancer-information/basal-cell-carcinoma>”> 5
Actualmente, existe una excelente correlación entre las imágenes OCT y las características histopatológicas del carcinoma de células basales. De este modo, la OCT resulta de gran utilidad para diferenciar la piel normal de los tumores (borde de la lesión). En la imagen de OCT, los carcinomas de células basales se representan como regiones homogéneas de la dermis superior. En la mayoría de los casos, la dispersión de la luz en el tumor es mayor que en la piel sana, por lo que resulta más fácil detectar este tipo de patología con OCT que con otras técnicas. Las lesiones del carcinoma de células basales se caracterizan por mostrar estructuras lobulares con pocas señales al ser analizadas con OCT. 5
La OCT mejora el diagnóstico no invasivo, puede reducir la necesidad de realizar biopsias y puede servir de guía durante la biopsia o la cirugía de Mohs.
El tratamiento depende de las características del tumor, pero normalmente implica legrado y electrodesecación, extirpación quirúrgica con o sin cirugía de Mohs, criocirugía y, en ocasiones, radioterapia.
El SCC (carcinoma de células escamosas) se caracteriza por el crecimiento incontrolado de células anormales que aparecen entre las células escamosas de la piel y que se encuentran en las capas superiores de la piel (la epidermis y la dermis). El carcinoma de células escamosas se presenta normalmente en forma de manchas rojas, llagas, bultos que sobresalen con una depresión central o verrugas, y pueden encostrarse o sangrar. El carcinoma de células escamosas tiene como origen la exposición acumulada a los rayos ultravioleta a lo largo de la vida. Puede desfigurarse mucho y, en ocasiones, convertirse en mortal si se permite su crecimiento.6
El carcinoma de células escamosas se presente en diferentes tipos: in situ e invasivo y, en ocasiones, no es fácil de diagnosticar. Por este motivo, el protocolo médico actual incluye la observación visual y el siguiente paso añade la imagen clínica y dermatoscópica. Normalmente, la confirmación final de la patología se realiza mediante una biopsia. 6
La OCT permite un diagnóstico precoz y podría mejorar el pronóstico ya que el carcinoma de células escamosas presenta un riesgo alto de metástasis. El carcinoma de células escamosas en histología muestra una hiperqueratosis pronunciada representada por la reflectividad de la superficie multicapa en la imagen OCT debido a la hiperqueratosis con alta dispersión de la luz. 7
La psoriasis es una enfermedad de la piel que se produce cuando el sistema inmunológico reacciona en exceso y provoca la inflamación y descamación de la piel. La psoriasis es una autoinmuneque afecta a la piel. Se trata de un trastorno inflamatorio de la piel bastante común, crónico, en el que se puede recaer y con una importante base genética. Normalmente, las células de la piel crecen de forma gradual y se descaman cada cuatro semanas. 8
Existen cinco tipos de psoriasis: en placa, guttata, inversa, pustulosa y eritrodérmica. El tipo más común es la psoriasis en placa y se caracteriza por placas de color rojo y forma entre circular y oval que se distribuyen por zonas amplias del cuerpo y del cuero cabelludo. 8
Las personas que sufren psoriasis pueden experimentar un notable malestar físico así como incapacidades. La psoriasis se presenta habitualmente en codos, rodillas, parte inferior de la espalda, cuero cabelludo, palmas de la mano, cara y plantas de los pies. 8
A nivel mundial, se estima que la prevalencia de la psoriasis se sitúa entre el 0,6% y el 4,8%, y afecta a menudo a personas de entre ages of 15 to 25, si bien puede aparecer a cualquier edad. La psoriasis es la enfermedad autoinmune más común en EE.UU., donde hay 7,5 millones de personas afectadas. En Reino Unido, se estima que la prevalencia de la psoriasis se sitúa alrededor del 1,5% o 2%, siendo las mujeres jóvenes las que más la padecen por encima de los hombres. 9
Esta enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual y está presente en todas las razas y clases socioeconómicas.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel de carácter crónico, caracterizada histopatológicamente por la hiperqueratosis, paraqueratosis, acantosis, microabscesos de Munro y elongación de las crestas interpapilares (papilomatosis). La infiltración de células inflamatorias puede observarse en la dermis superior.. 9
En las imágenes OCT de manchas de psoriasis, la paraqueratosis regional se observa como una fuerte señal de entrada, en ocasiones compuesta por distintas capas paralelas. La OCT presenta en los casos de psoriasis: engrosamiento típico de la epidermis, protrusiones en la dermis, fuerte hiperqueratosis en forma de una banda superficial más oscura y estructuras redondeadas con pocas señales en la dermis correspondientes a los vasos dilatados. Es posible detectar la psoriasis con OCT sin tener que recurrir a procedimientos invasivos y dolorosos.
Se espera que el diagnóstico con OCT sea más preciso y cuantitativo que el basado únicamente en la apariencia de la piel. La OCT puede ofrecer información adicional (grosor de la epidermis, inflamación subepidérmica) y puede ayudar a hacer un seguimiento de la evolución clínica y de las respuestas a los tratamientos. 9
La dermatitis es una inflamación de la piel que provoca erupciones, picores y lesiones de la piel como ampollas.
La dermatitis atópica (eccema), la caspa y las erupciones provocadas por contacto con determinados metales son ejemplos de dermatitis. En los casos de dermatitis por contacto irritante se observan pliegues de la piel mayores y más irregulares en la superficie de la misma.. 8
Se trata de una afección muy habitual que no supone un riesgo para la vida ni es contagiosa. Existe un gran número de afecciones, alergias, factores genéticos y productos irritantes que pueden provocar distintos tipos de dermatitis. 6
En general, la prevalencia e incidencia de la dermatitis por contacto en la población es reducida. A nivel mundial, los eccemas afectaron a aproximadamente 230 millones de personas en 2010 (un 3,5% de la población). La prevalencia en EE.UU. es de aproximadamente un 11%, y alrededor del 2,5% de los estadounidenses menores de 65 años sufren de dermatitis.. 8
El método de diagnóstico más común hasta la fecha es la dermatoscopía, si bien cuenta con importantes limitaciones. Aunque permite visualizar los vasos dilatados y las manchas escamosas son visibles, la resolución no ofrece información sobre la red vascular más fina. Además, no proporciona información en profundidad. Las pruebas OCT pueden revelar perfusión y la vasculatura puede hacerse más visible ya que producirá un aumento de los artefactos de sombreado en comparación con un caso saludable. 8
La dermatitis por contacto se presenta a través de pliegues pronunciados de la piel, señales de entrada engrosadas o alteradas y un importante aumento del grosor de la epidermis. 10
La espongiosis, por su parte, se puede visualizar en forma de fisuras finas con poca retrodispersión en epidermis de señal intensa, mientras que el edema intercelular provoca un descenso de la retrodispersión de las capas celulares. 10
El acné aparece cuando el folículo piloso se obstruye con grasa y células cutáneas muertas, obturando los poros y atrapando la grasa de la piel en el interior, permitiendo el crecimiento bacteriano y, por lo tanto, inflamando la piel. La etiología exacta del acné se desconoce hasta la fecha, si bien se asume que la testosterona y la herencia genética juegan un papel importante. Aunque no supone un riesgo grave para la salud, puede dañar la autoestima de la persona que lo padece.
El acné se presente normalmente en la cara, el cuello y el pecho. Se ha avanzado en gran medida en el desarrollo de fármacos centrados en la fisiopatología del acné. 8
El acné vulgar es una afección muy común que se caracteriza por pápulas, pústulas, espinillas (puntos negros) y heridas. El acné es la enfermedad cutánea más común entre adolescentes, y afecta a más del 80% de los mismos (de entre 13 y 18 años) en algún momento. La incidencia general del acné es similar en hombres y en mujeres, y tiene su punto culminante cuando el sujeto alcanza los 17 años de edad. Esta patología es una enfermedad común de la piel que afecta al 85% de las personas en algún momento de su vida, sobre todo durante la juventud. 6 El acné es muy común en EE.UU., donde afecta a entre 40 y 50 millones de personas. La prevalencia del acné registrada en Reino Unido es del 50%. Los datos registrados establecen que la prevalencia del acné entre los adolescentes y adultos asiáticos es inferior. 8
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes que existen. Se ha estimado también que casi la mitad de los estadounidenses que alcanzan la edad de 65 años desarrollan cáncer de piel al menos una vez en su vida. 3
Los dos tipos de cáncer de piel más comunes son el carcinoma de células basales (BCC) y el carcinoma de células escamosas (SCC). Los dos se denominan normalmente cáncer de piel no melanoma.2 Los índices de incidencia del carcinoma de células basales (BCC) lo sitúan como el tipo de cáncer de piel más común y se estima que, anualmente, se diagnostica a 2,8 millones de personas en EE.UU. con este tipo de cáncer. Aproximadamente 13 millones de personas blancas no hispanas que vivían en EE.UU. a comienzos de 2007 padecieron cáncer de piel no melanoma (NMSC), normalmente carcinoma de células basales (BCC) o carcinoma de células escamosas (SCC). Por este motivo, podemos establecer que el carcinoma de células basales constituye la mayor parte de ese total. Este tipo de carcinoma es el cáncer de piel más común y represente el 75% de los casos totales que se diagnostican en EE.UU., el 82% de los casos de Australia y entre el 10% y el 24% de los casos que se diagnostican en Europa.
La cirugía que elimina el cáncer no melanoma es el tratamiento estándar preferido para el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Existe una tendencia cada vez más extendida que apuesta por el tratamiento conservador en lesiones relacionadas con el carcinoma de células basales que requiere un diagnóstico fiable y un control del tratamiento. La OCT puede ser una herramienta interesante a la hora de diagnosticar el cáncer de piel no melanoma y para hacer el seguimiento de la respuesta a los tratamientos no quirúrgicos. 4
El BCC (carcinoma de células basales) se caracteriza por bultos o lesiones anormales e incontroladas que aparecen en las células basales de la piel y que se encuentran en la capa más profunda de la epidermis (la capa externa de la piel), y que, en algunos casos, se infiltran en la dermis. El carcinoma de células basales se presenta normalmente en forma de llagas, manchas rojas, bultos de color rosado, protuberancias brillantes o cicatrices. El carcinoma de células basales, normalmente causado por una combinación de exposición acumulada a los rayos ultravioleta y una exposición ocasional e intensa a estos rayos, puede causar una desfiguración significativa si se le permite crecer, pero casi nunca se reproduce (metástasis) más allá del lugar original del tumor. Solo en casos muy infrecuentes el carcinoma de células basales se reproduce en otras partes del cuerpo y puede poner en riesgo la vida del paciente. Esta patología es más habitual en personas de más de 40 años. 5
El carcinoma de células basales puede ser de diferentes tipos: superficial, nodular y multinodular infiltrante y, en ocasiones, puede resultar difícil de diagnosticar. Por este motivo, el protocolo médico actual incluye la observación visual y el siguiente paso añade la imagen clínica y dermatoscópica. En la mayoría de casos, la confirmación final de la patología se realiza habitualmente mediante una biopsia. 5
Actualmente, existe una excelente correlación entre las imágenes OCT y las características histopatológicas del carcinoma de células basales. De este modo, la OCT resulta de gran utilidad para diferenciar la piel normal de los tumores (borde de la lesión). En la imagen de OCT, los carcinomas de células basales se representan como regiones homogéneas de la dermis superior. En la mayoría de los casos, la dispersión de la luz en el tumor es mayor que en la piel sana, por lo que resulta más fácil detectar este tipo de patología con OCT que con otras técnicas. Las lesiones del carcinoma de células basales se caracterizan por mostrar estructuras lobulares con pocas señales al ser analizadas con OCT. 5
La OCT mejora el diagnóstico no invasivo, puede reducir la necesidad de realizar biopsias y puede servir de guía durante la biopsia o la cirugía de Mohs.
El tratamiento depende de las características del tumor, pero normalmente implica: legrado y electrodesecación, extirpación quirúrgica con o sin cirugía de Mohs, criocirugía y, en ocasiones, radioterapia.
El SCC (carcinoma de células escamosas) se caracteriza por el crecimiento incontrolado de células anormales que aparecen entre las células escamosas de la piel y que se encuentran en las capas superiores de la piel (la epidermis y la dermis). El carcinoma de células escamosas se presenta normalmente en forma de manchas rojas, llagas, bultos que sobresalen con una depresión central o verrugas, y pueden encostrarse o sangrar. El carcinoma de células escamosas tiene como origen la exposición acumulada a los rayos ultravioleta a lo largo de la vida. Puede desfigurarse mucho y, en ocasiones, convertirse en mortal si se permite su crecimiento. 6
El carcinoma de células escamosas se presente en diferentes tipos: in situ e invasivo y, en ocasiones, no es fácil de diagnosticar. Por este motivo, el protocolo médico actual incluye la observación visual y el siguiente paso añade la imagen clínica y dermatoscópica. Normalmente, la confirmación final de la patología se realiza mediante una biopsia. 6
La OCT permite un diagnóstico precoz y podría mejorar el pronóstico ya que el carcinoma de células escamosas presenta un riesgo alto de metástasis. El carcinoma de células escamosas en histología muestra una hiperqueratosis pronunciada representada por la reflectividad de la superficie multicapa en la imagen OCT debido a la hiperqueratosis con alta dispersión de la luz. 7